NUESTROS PEQUEÑOS GRANDES AMIGOS
En los últimos años se ha estado investigando sobre el poder curativo de los animales.
Quien tiene un animal de compañía lo sabe: son la mejor terapia.
Nos dan la bienvenida cuando llegamos a casa, nos hacen sonreír a pesar de haber tenido un mal día, nos sacan de paseo y nos obligan a hacer ejercicio. Pero sus habilidades para facilitarnos la vida van más allá. Pueden detectar una bajada de azúcar, infartos o mejorar la comunicación en niños autistas.
Según los expertos "los animales son la mejor terapia porque son agradecidos, no juzgan, no ponen etiquetas e interactúan con personas con discapacidades físicas o psíquicas, ancianos o pacientes con depresión. De ahí que se utilicen como terapia. Los beneficios suelen ser el poder ser más consciente, darte cuenta de ti mismo, abrir el corazón y la empatía, poder tener una movilidad más amplia, tener la compañía de alguien que no te juzga y no te tiene etiquetado. En cualquier caso, el ser humano evoluciona y se desarrolla mejor aumentando la comunicación con seres inocentes y diferentes a nosotros."
En fin, yo no soy una experta ni soy doctora ni mucho menos, pero personalmente siempre he estado acompañada de animales, desde mi infancia, donde mis padres me inculcaron el cariño y respeto hacia nuestros pequeños grandes amigos. Y reconozco que me han aportado mucho, han compartido mis buenos momentos y me han arrancado una sonrisa cuando estaba mal.
Si los animales hablaran, nos dirían que nos quieren, que desean ser queridos y dar mucho cariño. Que no los abandonemos porque ellos jamás nos dejarían a la intemperie ni a la sombra de una muerte cruel.
Imagino que muchos no comparten esta opinión, pero a ellos les animo a que comprueben por si mismos como tener una mascota puede aumentar nuestra capacidad de compasión, comprensión y ternura.
Y dicho esto, dejo aquí retratados a mis dos michis, mi Luna y mi Flopy, cada uno único y diferente, con una historia triste pero con final feliz 😸😸
Quien tiene un animal de compañía lo sabe: son la mejor terapia.
Nos dan la bienvenida cuando llegamos a casa, nos hacen sonreír a pesar de haber tenido un mal día, nos sacan de paseo y nos obligan a hacer ejercicio. Pero sus habilidades para facilitarnos la vida van más allá. Pueden detectar una bajada de azúcar, infartos o mejorar la comunicación en niños autistas.
Según los expertos "los animales son la mejor terapia porque son agradecidos, no juzgan, no ponen etiquetas e interactúan con personas con discapacidades físicas o psíquicas, ancianos o pacientes con depresión. De ahí que se utilicen como terapia. Los beneficios suelen ser el poder ser más consciente, darte cuenta de ti mismo, abrir el corazón y la empatía, poder tener una movilidad más amplia, tener la compañía de alguien que no te juzga y no te tiene etiquetado. En cualquier caso, el ser humano evoluciona y se desarrolla mejor aumentando la comunicación con seres inocentes y diferentes a nosotros."
En fin, yo no soy una experta ni soy doctora ni mucho menos, pero personalmente siempre he estado acompañada de animales, desde mi infancia, donde mis padres me inculcaron el cariño y respeto hacia nuestros pequeños grandes amigos. Y reconozco que me han aportado mucho, han compartido mis buenos momentos y me han arrancado una sonrisa cuando estaba mal.
Si los animales hablaran, nos dirían que nos quieren, que desean ser queridos y dar mucho cariño. Que no los abandonemos porque ellos jamás nos dejarían a la intemperie ni a la sombra de una muerte cruel.
Imagino que muchos no comparten esta opinión, pero a ellos les animo a que comprueben por si mismos como tener una mascota puede aumentar nuestra capacidad de compasión, comprensión y ternura.
Y dicho esto, dejo aquí retratados a mis dos michis, mi Luna y mi Flopy, cada uno único y diferente, con una historia triste pero con final feliz 😸😸
Muy guapos tus michis!!!
ResponderEliminarSí, me dan trabajo pero se les quiere mucho.
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